DESAFÍOS POLÍTICOS Y ÉTICOS DE HOY PARA UN MEJOR FUTURO
Héctor Casanueva
El Think Tank global The Millennium Project, presentó hace unas semanas en Montreal el Informe anual “Estado del Futuro 2012”, que proporciona una mirada prospectiva en torno a quince desafíos globales para la humanidad, a partir de datos actuales contrastados con escenarios futuros.
Dicho estudio, elaborado con la participación de más de 2.500 académicos de cuarenta países, llama a los tomadores de decisión a hacerse cargo hoy de las consecuencias futuras del crecimiento económico y el desarrollo científico-tecnológico, mediante una acción política eficaz destinada a orientar y dar gobernabilidad democrática a estos procesos, asegurando que los mismos conduzcan efectivamente a una mayor calidad de vida para todos.
Según el informe, hay un fuerte contraste entre el progreso que en general va alcanzando la humanidad, y la distribución del mismo, y un problema de desaceleración en el mejoramiento de los niveles de vida que se venía registrando a escala global en los últimos veinte años. El informe evidencia que el mundo es cada vez más rico, más sano, mejor educado, más pacífico y mejor conectado y que la gente está viviendo más tiempo. La pobreza extrema ha disminuido de 52% en 1981 a un 20% en 2010, pero la desaceleración del crecimiento económico, unido a otros problemas globales, pronostica que hacia el 2030 habrá todavía mil millones de personas bajo la línea de pobreza. La población mundial se espera que crezca otro 2 mil millones en sólo 38 años, creando una demanda sin precedentes de recursos. Hoy la esperanza de vida al nacer es de 68 años, y está previsto que aumente a 81 para el 2100. En 2050, podría haber más personas mayores de 65 años que de 15 años, un enorme desafío para los sistemas previsionales, y también para la estructura productiva.
El número de armas nucleares ha pasado de 65,000 en 1985 a 11,540 en 2011. El número de guerras -como se define cuando hay 1.000 o más muertes relacionadas con el combate- han ido disminuyendo en las últimas dos décadas. El terrorismo está cambiando de ataques organizados transnacionalmente, a ataques de grupos pequeños e individuos solos, con la capacidad de hacer y usar armas de destrucción masiva de origen biológico. Los gobiernos y los complejos industriales se encuentran bajo múltiples ataques cibernéticos diarios (espionaje o sabotaje) de otros gobiernos, los competidores, los piratas informáticos y el crimen organizado.
Los costos de la energía geotérmica, eólica, solar y biomasa están cayendo. Sin embargo, se estima que en 2050, sin grandes avances en las tecnologías y los cambios de comportamiento, la mayor parte de la energía mundial todavía provendrá de combustibles fósiles. Si todos los costos financieros y ambientales de los combustibles fósiles se consideraran -la minería, el transporte, la protección de las líneas de suministro de agua para refrigeración, la limpieza, almacenamiento de residuos, y así sucesivamente- las energías renovables serían consideradas mucho más rentables de lo que hoy son. En 2010, el mundo gastó $409 mil millones en subsidios a los combustibles fósiles, alrededor de $110 mil millones más que en 2009, fomentando con ello, el uso ineficiente e insostenible.
La aceleración continua de la Ciencia y la Tecnología está cambiando lo que es posible, y el acceso al conocimiento científico y tecnológico se está convirtiendo en universal. La química computacional, la biología computacional y la física computacional están cambiando la naturaleza de la ciencia, y su aceleración confirma la ley de Moore. La biología sintética está reuniendo ADN de diferentes especies en nuevas combinaciones para crear biocombustibles de bajo costo, medicina más precisa, alimentos más saludables, nuevas maneras para limpiar la contaminación. Los enjambres de nano-robots se están desarrollando para ser capaces de manejar a nano-escala los bloques de construcción, la síntesis de nuevo material y estructuras, el montaje de componentes y la auto-replicación y reparación.
Pero, aunque la biología sintética y la nanotecnología prometen generar las eficiencias necesarias para el desarrollo sostenible, sus efectos en la salud y el medio ambiente son cuestionables. La aceleración del cambio científico y tecnológico parece estar más allá de los medios convencionales de evaluación ética, y surgen preguntas fundamentales, como por ejemplo: ¿Es ético clonarnos, o traer a la vida a los dinosaurios, o inventar miles de nuevas formas de vida derivadas de la biología sintética? Los desafíos globales requieren de una ética global, con base en un sistema global de inteligencia colectiva para rastrear los avances científicos y tecnológicos.
Según el Informe, la responsabilidad colectiva de una ética global en la toma de decisiones está en su etapa embrionaria pero creciente. Los programas de responsabilidad social, mercadeo ético e inversión social van en aumento. Las nuevas tecnologías hacen más fácil a más personas hacer más bien a un ritmo más rápido que antes. Los medios de comunicación, los blogs, las cámaras de los teléfonos móviles, las comisiones de ética, y las ONG, están cuestionando y exponiendo públicamente cada vez más las decisiones poco éticas y las prácticas corruptas.
La ética global también está surgiendo en todo el mundo a través de la evolución de las normas ISO y los tratados internacionales, que están definiendo las normas de la civilización. Las protestas en todo el mundo muestran una creciente intolerancia social a las decisiones poco éticas de las élites del poder. Las decisiones que llevaron a la crisis financiera de 2008 no parecen haber sido abordadas lo suficientemente del punto de vista ético y político, como para prevenir futuras crisis.
Tenemos que crear mejores incentivos para la ética en las decisiones, y en definitiva, todo ello remite a la responsabilidad política de los gobiernos, parlamentos y de la sociedad civil, a escala local y global, para generar una adecuada gestión del futuro.