miércoles, agosto 06, 2008



ESTADO DEL FUTURO 2007

Jerome C. Glenn and Theodore J. Gordon
www millennium-project.org


“El Estado del Futuro es una publicación informativa que ofrece una visión invaluable sobre el futuro para las Naciones Unidas, sus Estados Miembros y para la sociedad civil.”

Ban Ki-moon, Secretario-General de las Naciones Unidas


“Los 15 Desafíos Globales del Estado del Futuro deben ser leídos por todos los líderes para mejorar sus propias estrategias en un mundo globalizado.”

Eduardo Frei, ex Presidente de Chile y Presidente del Senado de Chile


El Millennium Project es una red global que integra a más de dos mil científicos, políticos, empresarios, artistas, intelectuales, académicos, investigadores de todo el mundo, creada en 1996 por el American Council for The United Nations University, que hoy depende de la World Federation of United Nations Associations.
Es un grupo participativo de pensamiento global, constituido en respuesta a la naturaleza cada vez más transnacional, trans-institucional, y trans-disciplinaria de los enormes desafíos que presenta el futuro del mundo.
El MP estableció “quince desafíos globales para la humanidad”, los que son evaluados anualmente en una perspectiva a diez, veinte, treinta y más años, lo que se recoge en el informe anual “State of the Future”.
Asimismo, ha creado el Índice del Estado del Futuro, que mide 29 variables del futuro global en general, en una perspectiva a 10 años. Se construye sobre la base de las variables relevantes y los pronósticos relacionados con las oportunidades y los desafíos globales, los que han surgido de este proceso participativo global sobre el futuro más grande de la historia.
Desarrollo sustentable, agua, demografía, democracia, educación, globalización, tecnologías de la información, pobreza, nuevas patologías, empleo, conflictos étnicos, género, crimen organizado, energía, ciencia y tecnología, y ética de las decisiones globales, son la base de una reflexión destinada a políticos, educadores y comunicadores sociales sobre la necesidad de introducir escenarios de futuro para la toma de decisiones.
Es lo que se denomina “gestión del futuro”, materia de gobierno en varios países, como Francia, Estados Unidos, Finlandia. Por ejemplo. en Finlandia el parlamento tiene de manera permanente un Comité del Futuro y 17 universidades han formado la Academia del Futuro. Universidades de Europa, Estados Unidos, Japón, Argentina, Colombia, Venezuela, Brasil han formado centros de prospectiva.
Los Nodos del Millennium Project son grupos de personas y organizaciones existentes en cada país, que interconectan las perspectivas locales y globales. Por medio de su investigación, publicaciones, conferencias y Nodos, el Millennium Project ayuda a nutrir un espíritu de colaboración internacional de libre indagación y reciprocidad para aumentar la inteligencia colectiva, al mismo tiempo mejorando la viabilidad social, técnica, y medio ambiental para el desarrollo humano. Es por medio de sus contribuciones que surge la imagen del mundo que tiene este Informe.
El informe Estado del Futuro 2007 representa el primer año de la segunda década de actividades de este grupo de pensamiento, y considera cuestiones que se extienden desde la esperanza de vida y mortalidad infantil, a la esclavitud sexual, la economía global, la energía y la seguridad ambiental, y los cambios inminentes en la educación y el aprendizaje.
Contiene, además, un estudio específico sobre la Educación al año 2030, encargado por el gobierno de Corea del Sur.
El tema del futuro aparentemente es motivo de creciente preocupación. Lo que el Millennium Project y en general los futuristas plantean es que el futuro existe y que se puede gestionar, de manera que los escenarios posibles no lleguen necesariamente a ser como podrían ser. Pero para ello es preciso disponer, a todo nivel, en gobierno, empresas, municipios, universidades, de equipos de prospectiva, capaces de aplicar metodologías apropiadas para crear esos escenarios y generar respuestas posibles.
Hay cuestiones esenciales del desarrollo científico-tecnológico esperado para los siguientes cuarenta años, que exigen hoy definiciones éticas y políticas. Por ejemplo, la posibilidad de una pronta mutación desde nuestra actual condición humana (“bio-org”), hacia una nueva especie humana (“Cyb-org”) “rediseñada” tecnológicamente en lo físico, y potenciada cerebralmente mediante la implantación de chips con capacidad de procesamiento cinco mil veces mayor que los actuales, conectados a Internet, capaces de obtener una información en tiempo real. La creación de una generación de vida artificial inteligente –robots y Symborgs- que superen en capacidad de procesamiento de información al cerebro humano, e incluso con “pensamiento” propio. El advenimiento de mundos virtuales en Internet entrelazados con el real, con “ciudadanos virtuales” y con organismos virtuales cuyo hábitat es la web. La intervención genética en embriones cuando la lectura del código indique predisposición a ciertas enfermedades o a conductas violentas.
Todo lo señalado existe actualmente. El desarrollo al 2020 de la “Nano-Bio-Info-Cogno tecnología” será capaz de modificar a los seres humanos y al medioambiente. Según el “transhumanismo”, la especie humana no es el fin sino el comienzo de la evolución. La transferencia de toda la información y capacidades neuronales desde un cerebro a un PC mediante un sofisticado “pendrive” puede ser el anticipo de la inmortalidad, o sea, seguir viviendo eternamente en una máquina.
Estas cuestiones modificarán dramáticamente los sistemas de producción, la educación, las prestaciones sociales y la forma de organización política de la humanidad. Las preguntas que surgen son inquietantes: ¿Tenemos el derecho de cambiar genéticamente para transformarnos en nuevas especies? ¿Resulta ético crear elites mejoradas con inteligencia artificial e ingeniería genética? ¿Los nuevos organismos de inteligencia artificial pero “pensantes” tienen derechos? ¿Seguirá existiendo la escuela o la universidad como un lugar físico? ¿Habrá profesores? ¿Qué haremos con nuestro tiempo cuando vivamos 150 años?
Como no existe una gobernabilidad global de estos temas, pero que repercutirán globalmente, en Chile y América latina deberíamos ocuparnos de ellos aunque parezcan lejanos a nuestra cotidianidad.